Intestino Permeable
(Extraído del libro: Autismo: Consecuencia de la contaminación,
Solucionando el problema. Dr. Eliezer Juarez T. Ed. MA&M Editores. 2009)
Esta explicación acerca del intestino permeable, me pareció muy
didáctica, nos explica claramente las razones por las que nuestros niños
padecen de esta condición algo compleja de asimilar, pero aquí está muy claro
léanla:
Dado que en estos círculos viciosos patológicos el papel del intestino
es fundamental, insistiré especialmente en la patología intestinal.
En general los niños autistas presentan ya desde el nacimiento un
sistema gastrointestinal inmaduro, muy sensible, débil y fácilmente lesionable.
Algunos investigadores creen que la causa principal de ello, así como
la causa principal del autismo o de algún tipo de autismo, es el funcionamiento
defectuoso de las metalotioneinas. Las Metalotioneinas son enzimas metabólicas
que están involucradas en el desarrollo intestinal, en el
desarrollo cerebral, en la respuesta inmune y en la desintoxicación de metales pesados. Más del 90% de los niños con autismo tienen problemas intestinales, algunos son constitucionales pues la mayoría de éstos ya nacen con un sistema digestivo inmaduro. Algunos de los problemas que podrían ser diagnosticados desde el nacimiento son:
desarrollo cerebral, en la respuesta inmune y en la desintoxicación de metales pesados. Más del 90% de los niños con autismo tienen problemas intestinales, algunos son constitucionales pues la mayoría de éstos ya nacen con un sistema digestivo inmaduro. Algunos de los problemas que podrían ser diagnosticados desde el nacimiento son:
Deficiencia de secreción de acido clorhídrico. En muchos niños con
autismo existe un déficit de secreción de ácido clorhídrico, situación que
repercute negativamente en la digestión de proteínas. Puede ser de utilidad la
administración de este ácido.
Deficiencia de la enzima alfa-1-antitripsina (presente en el 50 % de
los niños con autismo), secretada por el hígado que conlleva una sensibilidad
intestinal al gluten, con daño sobre la mucosa intestinal, y alteración de la
secreción de la secretina. Pero además estos niños padecen múltiples problemas
intestinales motivados por causas adquiridas, las principales son:
DISBIOSIS INTESTINAL: Infecciones intestinales por levaduras y
anaerobios. La mayoría de niños con trastorno autista tienen un sistema
inmunitario débil, por lo que sufren muchas infecciones, especialmente de
oídos, nariz y garganta. La mayoría han sido tratados varias veces con
antibióticos de amplio espectro vía oral, que han causado un desequilibrio de
la flora intestinal, a favor de bacterias anaerobias y de hongos, especialmente
Cándidas. A su vez el sistema inmunitario de la mayoría de estos niños tiene
poca sensibilidad para reaccionar contra los hongos, en especial contra la
cándidiasis, por lo que las infecciones pueden crecer de manera muy exagerada.
La alimentación de muchos de estos niños, con exceso de azucares, zumos,
hidratos de carbono refinados, levaduras, carnes tratadas con antibióticos,
comida contaminada con mohos, etc. no hacen más que favorecer en una escalada sin
fin esta perjudicial sobre infección. Las levaduras y las cándidas en
particular pueden estar en dos formas: Libre o en forma de micelios que
infiltran la pared intestinal. Las sustancias de deshecho de estos hongos
deshacen los mucopolisacáridos de la pared intestinal favoreciendo la
permeabilidad del intestino, dando lugar al cada vez mas conocido: “Síndrome
del Intestino Permeable”, cuyas nefastas consecuencias comentaremos mas abajo.
Las sustancias de deshecho de los hongos son ácidos orgánicos detectables
por cromatografía en la orina. Estos ácidos son sustancias inmunotóxicas que provocan reacciones inmunosupresoras y también
autoinmunes. Estas sustancias inyectadas a animales de experimentación, han
provocado trastornos de la conducta, tipo hiperactividad, irritabilidad, falta
de atención, incluso la muerte. Ácidos orgánicos similares fueron detectados en
la orina de enfermos esquizofrénicos, epilépticos y con síndrome de fatiga
crónica. Dos de las principales sustancias de deshecho secretadas por los
hongos intestinales son:
Gliotoxinas, secretadas por hongos aspergillus y por candidas que son
tóxicas para el sistema inmune y consideradas por algunos investigadores una de
las causas principales de la persistente inmunodeficiencia de estos enfermos. También
inactivan el grupo sulfhídrilo de varias enzimas metabólicas y generan
radicales libres que dañan material genético. El Glutation, la
N-acetil-cisteina, el ácido lipoico, la vitamina C y E pueden mitigar estos
efectos.
Mannan segregada por la Candida y por la levadura Sacharomyces
Cerevesiae inhibe el sistema inmune.
Acetaldehido, actúa sobre el grupo amino del aminoácido LISINA, inhibe
la acción de la vitamina B6, reacciona con la dopamina y la serotonina, impide
la correcta oxigenación de los glóbulos rojos, interacciona con la nutrición de
las dendritas cerebrales. El tratamiento con dosis elevadas de vitamina B6
puede aminorar algunos de estos efectos.
La detección de estos productos en la orina mediante cromatografía es
el método mas fiable para conocer si existe una sobre infección por hongos ya
que a veces el simple cultivo de heces puede no detectar los hongos al no estar
libres en el intestino sino infiltrados en la pared intestinal.
Hiperplasia linfoidea intestinal. Los virus vivos de la vacuna triple
de “sarampión, paperas y rubéola”, pueden provocar infección vírica intestinal.
Los virus se infiltran en la pared intestinal y provocan una hiperplasia
linfoidea que repercute negativamente sobre la permeabilidad de la mucosa
intestinal y sobre la secreción intestinal de secretina.
ALTERACIÓN DE LAS FUNCIONES DE LA PARED INTESTINAL
Todos estos trastornos y deficiencias alteran las funciones de la pared
intestinal. Tanto la función de barrera protectora, como la de finalizar la
digestión, como la de absorber los nutrientes puede quedar severamente dañada.
Resumimos a continuación estos trastornos funcionales del Intestino:
a) Alteración de la función de barrera protectora:
Síndrome del Intestino permeable: Se debe a la acción de varios
factores no siempre todos presentes como son debilidad congénita de la pared
intestinal, agresión mucosa por péptidos no digeridos, infecciones víricas
intestinales, disbiosis intestinal, acidez intestinal, tóxicos xenobióticos que
provocan inflamacion intestinal (pesticidas, fungicidas, petroquímicos,
disolventes, etc.). El principal problema de un intestino permeable es que
permite el paso a la sangre de alimentos no digeridos, especialmente péptidos,
tóxicos, bacterias y otras sustancias alergénicas a la sangre.
Absorción intestinal de péptidos morfínicos. Entre los péptidos no
digeridos que pasan la barrera intestinal hay que distinguir los derivados del
gluten de ciertos cereales (trigo, cebada, centeno y de la avena
principalmente) y de la caseína de la leche de vaca y cabra. Estos péptidos
llamados exomorfinas reaccionan con los receptores cerebrales opioideos y
provocan un estado similar al que esta bajo el efecto del opio. La existencia
de estos péptidos es muy característica en el autismo y de algunos Trastornos
del Desarrollo. También se han visto en enfermos esquizofrénicos.
b) Alteración de la digestión final de alimentos Especialmente por la
deficiencia en la secreción intestinal de secretina. El intestino delgado
secreta una importante enzima, llamada secretina, cuya función principal es la
activación de la secreción de bicarbonato (alcalinizante) por el páncreas. La
deficiencia de secretina deja de activar la secreción de bicarbonato por el páncreas,
lo que permite que el contenido intestinal permanezca demasiado ácido,
interfiriendo la función de las enzimas pancreáticas sobre los alimentos que
necesitan un medio menos ácido para actuar y lesionando con la persistencia de
esta acidez aún más las paredes intestinales. Además la secretina parece tener
también una función cerebral en la estimulación de la producción de serotonina.
El déficit de secretina se diagnostica comprobando el bajo nivel de
quimiotripsina en heces. La administración de secretina externa ha demostrado
ser un tratamiento muy beneficioso para pacientes con autismo con
quimiotripsina baja en heces. Esta deficiencia de secretina provoca o agrava
otros déficit secretores del aparato digestivo, como por ejemplo:
Deficiencia de la función excretora pancreática: los anticuerpos que el
organismo genera contra candidas y otras levaduras pueden afectar al páncreas
(pueden provocar incluso atrofia pancreática) con insuficiente respuesta a la
secretina (que además suele estar disminuida por problemas intestinales como
hemos comentado en el apartado anterior) e insuficiente producción de enzimas
pancreáticas.lo que provoca la no digestión de alimentos con las consecuentes
carencias nutritivas, aumento de alergias alimentarías, paso por el intestino
poroso de alimentos no digeridos y otros tóxicos que conlleva alergias
alimentarías y auto anticuerpos.
Poca secreción de pepsinas en el estomago, causada especialmente por la
deficiencia de secretina, lo que unido a la poca secreción de ácido clorhídrico
en el estómago (característico de muchos niños con autismo) influye
directamente en la digestión y a su vez en la secreción de secretina.
Recordemos que el intestino delgado necesita de entrada una señal muy ácida
para proceder a la secreción de secretina que a su vez provocará la secreción
de bicarbonato por el páncreas, alcalinizándose finalmente el contenido
intestinal y posibilitando finalmente la digestión final de los alimentos.
Poca secreción de bilis (causada especialmente por la deficiencia de
secretina, y la falta de taurina), con afectación de la digestión de las grasas
y absorción de grasas.
c) Alteraciones de la absorción intestinal
Lo que lleva a carencias nutricionales importantes o Síndrome de mal
absorción, agravado por la mala digestión de alimentos.
Deficiencia de aminoácidos.
Con importante repercusión estructural (crecimiento y reparación),
metabólica e inmunitaria. Una deficiencia de aminoácidos en sangre y en orina,
en especial del aminoácido treonina, es signo de mal absorción. Si además
existen péptidos en sangre es signo de permeabilidad intestinal.
En el espectro autista suele haber deficiencia muy importante de los
siguientes aminoácidos esenciales como: lisina, fenilalanina. Metionina y
tirosina. Respecto a los no esenciales los mas deficientes en el autismo son:
taurina, cisteina, glutamina.
La LISINA suele estar muy baja en casos en los que probablemente por
acción del acetaldehido producido por levaduras y también por la vacuna DPT. La
lisina tiene un papel decisivo en la acción de la vitamina B6, por lo que un
suplemento de vitamina B6 suele mejorar el cuadro autista.
La TAURINA, un aminoácido no esencial, derivado del aminoácido esencial
metionina, vía cisteina. Para su formación requiere vitamina B6 y oxigeno. La
TAURINA suele estar frecuentemente (casi en un 70%) también muy disminuida en
caso de autismo. La Taurina ayuda a regular el flujo de calcio y minerales
entre el interior y exterior de las células. Disminuye el estrés oxidativo y
regula los neurotransmisores GABA y GLUTAMATO. Elimina junto con la glicina el
exceso de nitrogeno (urea) por riñón y de colesterol (por bilis) colaborando de
forma efectiva en la desintoxicación del organismo. Así el déficit de taurina o
de su precursor cisteína al afectar a la función biliar (colesterol) afecta a
la absorción de lípidos (lo que supone menor absorción de vitaminas
liposolubles A; E; D y ácidos grasos esenciales). Su suplementación acompañada
de magnesio es muy recomendable en cuadros autistas.
TRIPTOFANO, en muchos pacientes autistas hay una mala metabolización
del triptofano, aminoácido esencial precursor de la SEROTONINA y de la
MELATONINA. Puede estar disminuido en sangre, por mala digestión y mala
absorción con la consecuente falta de formación de SEROTONINA. Ahora bien, si
hay DISBIOSIS el triptofano libre en intestino puede convertirse por acción de
las bacterias en un ácido tóxico que pasa a la sangre (Acido Indolylacrílico).
En ocasiones el metabolismo interno del triptofano se interrumpe, aparece
aumentado en plasma y orina pero la Serotonina está disminuida así como la
Melatonina (comportamientos de sueño pobres y una aumentada sensibilidad a la
luz y al sonido). En ocasiones el triptofano intestinal se usa para producir
Serotonina en tejido intestinal con el objetivo de disminuir la absorción de
tóxicos, péptidos o comida no digerida mediante la vasoconstricción que produce
la serotonina. En estos casos la disponibilidad del triptofano y de la
Serotonina para la función cerebral desgraciadamente es baja. En cualquier
caso, nunca debe darse enzimas digestivas (que ayudarían a liberar triptofano
de las proteinas) o suplementos de triptofano libre, si hay disbiosis o
permeabilidad intestinal.
Sin embargo y por motivos no muy bien conocidos parece existir un 25 %
de pacientes con autismo, con un exceso de serotonina en sangre lo que inhibe
la respuesta inmunológica de los linfocitos.
En general no es aconsejable suplementar con aminoácidos precursores de
neurotransmisores (fenilalanina, triptofano, tirosina) si hay disbiosis.
Tampoco dar derivados azufrados tipo cistina, cisteina, o N-acetil-cisteina si
hay disbiosis.
Deficiencia de ácidos grasos.
La función de los ácidos grasos es importantísima en el organismo, pues
forman parte de las membranas de todas las células del cuerpo y conforman el
60% de nuestro cerebro. Es muy importante suplementar la dieta con ácidos
grasos esenciales (el organismo no los puede sintetizar) principalmente omega 3
y omega 6, (el 40% de nuestro cerebro es grasa tipo omega 3). La deficiencia y/o
desequilibrio de ácidos grasos da una serie de síntomas físicos (piel y pelo
seco, sed excesiva, ojos secos, uñas quebradizas, alergias, baja inmunidad,
infecciones frecuentes, fatiga, etc.) pero también da una serie de síntomas
psíquicos como: hiperactividad, irritabilidad y falta de atención. Con la
suplementación de omega 3 y 6 conseguiremos mejorar la función cerebral,
regular los ciclos de sueño, ayudar a reparar la membrana intestinal y por
consiguiente la absorción de alimentos.
Ø Deficiencia de minerales, especialmente de Zinc, Magnesio, Calcio y
Hierro.
ZINC: el 75 % de los niños con autismo tiene deficiencia de Zinc.
Muchos investigadores consideran que el Zinc es uno de los principales
suplementos que debe recibir un paciente con el espectro, incluso el más
indispensable. El Zinc, aunque como oligoelemento que es, funciona en el cuerpo
a concentraciones bajas es muy esencial, participa en muchísimas reacciones
químicas del organismo: es necesario para la digestión de los péptidos y
también participa en las funciones de desintoxicación, protege al hígado de
daños químicos, evita la formación de radicales libres, se requiere para la
síntesis de proteínas y la formación del colágeno y preserva el sistema inmune.
MAGNESIO: Maximiza la acción de la vitamina B6. Una taurina baja, causa
una deficiencia de absorción de magnesio al afectarse el transporte celular de
electrolitos. Algunos tóxicos químicos impiden la recuperación de magnesio en
el riñón. En general en el paciente con autismo la taurina baja va acompañada
de magnesio bajo. Una deficiencia de magnesio interfiere en la transmisión del
impulso nervioso. Es recomendable la suplementación de calcio y magnesio en una
proporción de 2/1., así como la suplementación de vitamina B6 y magnesio (mejor
quelado) en la misma proporción 2/1.
CALCIO: Debe suplementarse siempre que se haya excluido los lácteos de
su dieta. Dosis de 500 a 1000 mg diarios son las necesarias.
Ø Deficiencia de Vitaminas.
Este es un importante capítulo en el tema del tratamiento de un niño
con autismo. Dado el problema de mal absorción, muy generalizado entre estos
niños, hay un déficit general de todas ellas en especial de la vitamina B6 que
suele estar baja por la deficiencia del aminoácido LISINA y TAURINA, necesarias
para su síntesis. Además el uso de dosis, a veces megadosis, de ciertas
vitaminas está documentado que puede suponer un enorme beneficio para un
paciente con características autistas.
Vitamina B6: es la vitamina más usada en el tratamiento del Sindrome
Autista. Desde 1964, el Dr. Rimland, padre de un paciente autista que ahora
tiene más de 40 años, ha trabajado con importantes resultados sobre la conducta
del paciente autista con megadosis de vitamina B6 (17 mg/ Kg /dia). No se han
informado de efectos secundarios de ningún tipo, incluso después de varios años
de su administración. Es de interés acompañarla de dosis normales del resto de
vitaminas del grupo B, y de magnesio. Existen algunos laboratorios de productos
naturales que llevan años suministrando una fórmula cuidadosamente estudiada de
minerales y vitaminas para niños y pacientes con sindrome autista, en la que
incluyen megadosis de vitamina B6, y dosis normales de otras vitaminas, así
como Magnesio, Zinc y otros minerales.Es importante resaltar que si bien el Dr.
Rimland y otros doctores suelen usar vitaminas desde el inicio del tratamiento,
algunos otros doctores, como el Dr. Bruce Semon, especialista en el tratamiento
antilevaduras en pacientes autistas, insiste en no suplementar la dieta con
vitaminas y minerales hasta haber erradicado totalmente las cándidas y otras
levaduras, tarea que suele costar varios meses (6 a 9 meses).
OTROS PROBLEMAS BIOLÓGICOS DEL AUTISMO Y TRASTORNOS DEL DESARROLLO
Por no ser tema de nuestra ponencia no vamos a desarrollar los
importantes problemas de desintoxicación que tienen los niños en el espectro
autista y con TD agravados no sólo por su deficitario sistema detoxificador,
sino por la especial vulnerabilidad a los metales pesados en especial el
MERCURIO; así como la llegada de tóxicos procedentes del intestino permeable y
de las sobre infecciones provocadas por levaduras.
Tampoco desarrollaremos con más detalle en esta ponencia los
importantes problemas inmunológicos que padecen estos pacientes: Un sistema
inmunológico inmaduro al nacer al que no ayudamos a madurar y que presupone
facilidad para las infecciones, hiperreactividad contra alergenos alimentarios
y ambientales, poca capacidad reactiva contra cándidas y otras levaduras,
reacciones autoinmunes, etc. ; que siendo origen de muchos trastornos
biológicos del niño con autismo, ayudan asimismo a perpetuarlos mediante
círculos viciosos patológicos que ya hemos descrito.
TRATAMIENTO DEL AUTISMO Y TRASTORNO DEL DESARROLLO
Dado que estos niños tienen un sistema intestinal tan inmaduro y tan
afectado, debería extremarse al máximo las posibles agresiones intestinales
sobre todo por debajo de los tres años. Las principales agresiones externas
para el intestino serian: aditivos, consumo precoz o excesivo de leche (no
materna) y gluten, antibióticos, medicamentos en general, pesticidas, productos
contaminados con metales tóxicos y vacunas con virus vivos.
Con respecto a los aditivos alimentarios, ya en 1975 el Dr. Feingold describió
la relación de los mismos con la hiperactividad. Además algunos colorantes
inhiben la función de las enzimas digestivas (amilasa, tripsina), empeorando el
cuadro digestivo. Actualmente se ha demostrado que algunos conservantes,
colorantes, saborizantes pueden provocar un gran número de alergias, así como
migrañas, terrores nocturnos, alteraciones de la conducta, alteraciones del
sueño, falta de atención, hiperactividad, euforia descontrolada, mejillas
rojas, orejas rojas. Por ello en un niño con autismo o con TD debe considerarse
muy necesario la eliminación al máximo de todos los aditivos dañinos. Existen
listas documentadas de aditivos sanos.
El grupo médico del DAN! (Defeat Autisme Now!), grupo líder en la
investigación y tratamiento del autismo y TD consideran que la eliminación de
aditivos no sanos es el primer paso en el tratamiento del síndrome autista o
TD.
El llamado tratamiento biológico del autismo y TD es el que en la
actualidad se está demostrando más eficaz y consiste en actuar sobre los
distintos círculos viciosos biológicos que se han ido estableciendo, y dado que
el intestino tiene un papel tan predominante en la génesis y perpetuación de
estos círculos patológicos es lógico que la actuación sobre el mismo sea lo más
prioritario y predominante.
Para tratar el autismo hay que actuar principalmente:
Sobre la alimentación (evitando aditivos, azúcar, xenoestrógenos,
alergenos, gluten y caseína)
Sobre la limpieza y recuperación intestinal
Sobre la digestión de los alimentos.
Sobre el aporte de suplementos nutricionales deficitarios: aminoácidos,
grasas, minerales y vitaminas.
Además, debe ayudarse a detoxificarse el organismo y reforzar el
sistema inmune. El orden de prioridades en el tratamiento del autismo y/o de
TDA (H), que se ha demostrado muy eficazmente y que propugnan varios protocolos
de tratamiento, entre ellos el del Dr. Sidney McDonald Baker del grupo DAN! es
el siguiente:
1.- Limpiar la dieta
2.- Limpiar el intestino de levaduras y otros hongos, anaerobios y
parásitos si los hubiera.
3.- Regenerar el intestino y la función digestiva al máximo.
4.- Suplementos nutricionales.
5.- Reforzar el sistema detoxificador del organismo.
6.- Detoxificar los metales pesados (Mercurio, Plomo, Aluminio, Cadmio)
si los hubiere.
7.- Reforzar el sistema inmune.
Y durante todo el proceso:
Evitar nuevas agresiones con antibióticos, medicamentos, vacunas, y
alergenos.
Continuar con los tratamientos sensoriales y conductuales, sabiendo que
van a tener asimismo mejores y mayores logros a medida que el paciente va
mejorando su sistema digestivo, detoxificador e inmunológico y por consiguiente
su comportamiento autista.
Fuente: http://rescatandoamihijodelautismo.blogspot.com
2009
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